La actividad de pintar o crear un mandala se puede realizar en forma individual o grupal. Desde colorear uno preestablecido dando cuenta de una pauta básica como pintar del centro hacia la periferia o al revés, hasta crear uno en papel dibujado partiendo de un centro y un círculo, o con elementos de la naturaleza, incluso incorporando la corporalidad en ruedas o rondas de movimientos , con yoga o danza o cantos; aprendiendo ludicamente nociones geométricas. Armar uno con los juguetes, o también aprovechar la circularidad de los platos para crear con frutas u otros alimentos una creación culinaria…
Resumen de algunos de los beneficios aportados: